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| LA VOZ |
El Lalín realizó ayer su presentación ante sus aficionados alcanzando un meritorio empate ante el filial del Celta (1-1). Los rojinegros mostraron una gran imagen ante un rival de categoría superior a pesar de que Román Blanco repartió muchos minutos entre todos sus jugadores. El técnico dezano preparó dos onces, uno por cada parte, en el que incluso se vieron tres juveniles.
Los dezanos se adelantaron en el marcador en el tramo inicial del partido por medio de Aitor. Con el partido en ventaja, los rojinegros dispusieron de un penalti a favor que malgastó Dabouza. A pesar del gran trabajo local, los célticos lograron irse al descanso con empate en el marcador. Tras la reanudación, el Celta creció al ritmo de los cambios y buscó la victoria hasta el pitido final.
Faro de Vigo
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