M. MORALEJO |
«En principio vamos a salir igual y vamos a ver la gente que llega, pero si luego se ha de cambiar ya se verá, pero en principio nos ha funcionado muy bien el año pasado y ahora mismo mismo no tenemos porque cambiar», comentó Ángel Rodríguez, el segundo de un Herrera que todavía fue más lapidario: «El estilo de juego es innegociable -dijo a Celta TV-. Es el que nos ha dado tantas alegrías y el equipo se ha apropiado de ellas. Los nuevos dicen que les cuesta seguir nuestro ritmo de balón. Esas son nuestras armas y tenemos que seguir manejándolas».
En los dos días que llevan en Portugal, ya han comenzado a repasar todos los movimientos con el balón. «Estamos aquí para asimilar todos los conceptos, que no hayan perdido lo de querer el balón, tocarlo rápido, tener mucho control, tener mucha intensidad», dice el segundo de los que continuan en el club. Herrera mira a los novatos: «Hay que trabajar con ellos porque nosotros tenemos dos años con la misma idea y ellos vienen de nuevo y tiene que absorverla».
El reto no será fácil teniendo en cuenta el cambio de velocidad de balón que le espera al equipo y la obligatoriedad de enfrentarse a conjuntos con mucho más caché obligados a manejar los partidos a través del esférico. Frente a eso, solo queda un remedio. Madurar a velocidad de vértigo. «Nos vamos a enfrentar a equipos mucho mejores que los que estaban el año pasado pero el equipo debe madurar rápido y debe hacerse fuerte lo antes posible y una vez que tenga el balón le debe dar mucha más importancia al que se le daba el año pasado porque va a costar mucho más robarla», apunta Rodríguez.
Los vigueses quieren poner en práctica su idea de fútbol desde el primer día. «Lo ideal es llegar al 100% al inicio de Liga porque nosotros somos en estos momentos unos novatos en la categoría, aunque no el club, y los que estamos aquí tenemos que estar al 100% desde el primer partido para intentar ganar».
Xose Ramón Castro / La Voz de Galicia
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