Foto: Marta G. Brea |
El que más y el que menos aún estaba curando las heridas de la fiesta de siete días antes. Pero pocos recordaban ya la dura semana de final de abril tras perder en Alicante. El equipo estaba tocado tras dos derrotas seguidas, pero la afición dio todo lo que tenía dentro y levantó a los jugadores. Se ganó muy justito al Barça B y en Sabadell. Los competidores no bajaban el pistón y parecían invencibles.
Pero la clave fue Cartagena. En aquellos minutos pendientes el Celta dejaba una gran imagen ante un equipo casi descendido, y se llevaba los tres puntos de los que ya pocos se acordaban. Se llenó de moral y ante el Alcorcón daba un paso al frente. Ganaba claro, con buen juego y además el Pucela empataba horas antes ante el Hércules. Empatados a puntos continuarían hasta final de temporada, a pesar de dos empates inesperados de ambos. El Celta dejaba dos puntos en Guadalajara mientras que los de Djukic empataban in extremis ante el Barça B.
Se llegaba a la penúltima jornada, unificada en el sábado. El celtismo se movilizaba en masa a Tarragona, ante un Nastic ya descendido. Muy pocos creían que se podría lograr ese día. La afición pucelana se apretujaba en una esquina del Santo Domingo, donde el Alcorcón se jugaba algo histórico: entrar en el play-off a Primera. El Celta resolvía fácil mientras saltaba la sorpresa en el otro encuentro: justa derrota pucelana ante los de Anquela superiores. El Celta volvía a ser de Primera.
La celebración fue apoteósica. Hubo una imagen que salió en todos los periódicos. Dani Abalo saltaba con el pitido final desde la grada a celebrar el ascenso con sus antiguos compañeros. Fue incapaz de contenerse a pesar de que su actual equipo había perdido. Nadie en Tarragona se lo recriminó...
Quizás solo sea un sueño. Las cuentas de la lechera de un loco. Los más pesimistas lo tildaran de utopía. ¿Pero es tan complicado lo expuesto?. Yo creo en el Celta y creo que puede suceder. Quizás cambien unos resultados, el lugar del ascenso o sea en un hipotético playoff. Pero va a suceder. Porque como diría Laporta: ¡Al loro! ¡Que no estamos tan mal!
0 comments:
Publicar un comentario