![]() |
Foto: Farodevigo.es |
El año 2011 ha servido para consolidar a Iago Aspas como titular en el Celta. Comenzó el año aprovechando los escasos minutos que tenía, casi siempre desde el banquillo, pero supo aprovechar las circunstancias para hacerse más importante. Con la crisis del Celta en la recta final de la temporada fue ganando protagonismo a base de buen juego y terminó siendo titular en el partido más importante del año ante el Granada. En el regreso a la competición, ya en la presente temporada, su situación fue similar en el arranque, pero pronto se hizo con un hueco en el once y demostró estar viviendo su mejor momento deportivo.
Pero este año, además de por eso, será recordado por las polémica que han rodeado al futbolista moañés. Su carácter le ha granjeado más de un problema con varias aficiones rivales o árbitros. Ante el Betis vio una tarjeta amarilla por protestar estando en el banquillo, y cuando salió fue expulsado por una mano. La expulsión pudo haber sido injusta, pero Aspas se excedió en sus protestas, echándose la mano a la cara en clara referencia al árbitro. Fue sancionado con tres partidos en un momento delicado para el Celta.
Unos meses después, con ocasión del play-off de ascenso a Primera, en el partido de ida de la semifinal, Aspas golpeó violentamente en la cara a Roberto, meta granadino y ex canterano del Celta. La acción fue involuntaria, aunque Aspas pudo haber hecho algo más para evitarla. El Granada aprovechó la circunstancia y el visible hematoma que tenía Roberto en la cara para calentar el partido de vuelta desde la propia web oficial del club. A la llegada a tierras nazaríes, el celtismo se encontró con carteles pidiendo la cabeza del joven jugador celeste y un recibimiento infernal, más propio del tercer mundo que de este. Durante el partido fue abucheado y cuando anotó su penalty en la tanda final, fue expulsado por mandar callar a la grada.
Ya en esta temporada, y en la previa del derbi ante el Deportivo, unas declaraciones de Aspas en las que decía alegrarse de la patada de Vagner a Tristán, encendieron la mecha de la polémica en la ciudad herculina. Los aficionados coruñeses, ávidos de un enemigo en quién centrar sus iras, se cebaron con Iago en los días previos y posteriores al choque, y durante el mismo encuentro, con pancartas y cánticos en contra del jugador moañés. Los propios jugadores del Deportivo intentaron provocar un cortocircuito al jugador, que se mantuvo bastante estable durante los 90 minutos, aunque vio una tarjeta amarilla en los últimos minutos por protestar al árbitro. Recticó tras el partido admitiendo que tal vez se había excedido con sus declaraciones, pero ya era tarde.
Ha sido un año raro para Aspas. Bueno en lo deportivo, pero complicado en lo extra deportivo, viéndose demasiado salpicado y metiéndose en charcos tal vez innecesarios. De todo se aprende, y seguro que Iago toma buena nota de lo que ha hecho bien este año, que ha sido mucho, y también de lo que ha hecho mal, para no volver a repetirlo. Aunque él siempre ha sostenido que es así, y tal vez parte de su éxito radique en ese carácter tan especial.
0 comments:
Publicar un comentario