El fútbol conecta extremos del tiempo. Diseña maravillosas encrucijadas. Vuelve Francisco Noguerol a sus orígenes, al lugar en el que inició quince temporadas de sólida carrera profesional. El Albacete visita este domingo (12.00) al Celta B en Barreiro, con el ourensano como capitán del cuadro manchego. Con el filial celeste y sobre el césped de Lavadores hizo sus primeras armas. A las órdenes entonces de Caldas o Maté, Noguerol tenía de preparador físico y segundo entrenador a Fonsi Valverde, hoy titular del banquillo vigués. Juntos vivieron la gloria de Zamora. En breve competirán por tres puntos.
Muchas veces ha aparecido el canterano Noguerol por Vigo como hijo que vuelve a quedarse (2008-2010) o de visita. Pero siempre a Balaídos, contra el primer equipo. La última fue con la camiseta del Girona. "Cuando salté al campo, la ovación que me dieron me resultó muy especial. En Barreiro será igual. Como es pequeñito, la mitad de los espectadores serán de mi familia", bromea el central del Albacete, capitán como lo fuera en el Celta. "No me puedo quejar", indica sobre el cariño del celtismo. "La última etapa no resultó buena. No estuve a mi nivel, pero no fue por no intentarlo. Las cosas no me salieron como esperaba y es una espinita que se me quedará clavada siempre".
Noguerol vivió ignorado bajo el mando de Pepe Murcia. Con Eusebio adquirió importancia, pero sin llegar a gustarse sobre el césped. El club admiraba, sin embargo, su tutela del vestuario. No le valió para renovar. Paco Herrera asumió públicamente la autoría de su despedida. "No hay que darle más vueltas. No soy rencoroso ni tengo motivos para serlo. En su momento entendí la decisión que tomaron. Sé que se me valora en el club". El director general, Antonio Chaves, encargado de comunicarle la noticia, confiesa que la portavocía le dolió aquella mañana como nunca antes.
El de Cea ha sido desde entonces un aficionado en la distancia, disfrutando y sufriendo como en la aciaga noche de Granada. "Fue una lástima. Pero el equipo rompió la tendencia de los tres años anteriores. Le dije a la gente que tenían mucho mérito. Se sentaron buenas bases y aunque ahora están en mitad de la tabla, sé que no dejarán escapar esa tendencia".
Atrás se quedaron ahijados como Túñez, que se emociona si habla del padrino. Internacional con Venezuela, suplente en Vigo. "No me gusta meterme en el trabajo del entrenador y más desde lejos", comenta Noguerol. "La presencia de canteranos es importante, aunque quizás fue más hace dos años con Eusebio. Son cosas de cada día".
Tras abandonar Girona, lo repescó el Albacete. Es hombre de segundas etapas. También le pasó con el Elche. "Más allá del Celta, que es mi casa, el Albacete es el equipo en el que me he sentido más querido. Me fui con pena, aunque también encantado de regresar a Vigo porque ya no lo esperaba. Sabía que dejaba las puertas abiertas. Estoy muy contento. Aunque es un año complicado (el Albacete descendió a Segunda B tras veinte años entre Primera y Segunda), la gente se siente muy identificada con el club. Hay buen equipo. Estaremos peleando arriba".
El itinerario actual le lleva a Barreiro, que no pisaba en partido oficial desde 1997. "Fue el campo en el que me formé como jugador, en el que me crié", destaca. Noguerol encabezó una generación a medio culminar: Nacho, Curiel, Fonsi, Nando, Álex o Couñago como epílogo joven de aquel grupo que logró el legendario ascenso a Segunda B en Zamora. "Ya quedamos pocos en activo. Fueron años bonitos. En aquella plantilla había calidad para que más jugadores hubiesen llegado al menos a Segunda. No lo conseguimos demasiados. Existe mucha competencia en el fútbol".
Aunque hace algún tiempo que no hablan, Noguerol y Fonsi Valverde se conservan el cariño y la memoria. "Tengo buenos recuerdos de Fonsi. He seguido su carrera: Gondomar, Lugo, Ourense… Es un hombre de la casa y le deseo suerte a partir del domingo". Igual el actual entrenador del filial: "Noguerol ya era un chaval centrado, de los pocos que estudiaba y de los mejores jugadores en aquella plantilla".
Fonsi describe la trayectoria del central como "una carrera muy decente. Ha sido un gran profesional que ha sabido vivir del fútbol. Buen ejemplo para los chicos. Me consta que se ha sacado los títulos del entrenador. Le gusta su oficio. Sería lógico que siguiese vinculado al fútbol".
El jugador aplaza la mudanza a los banquillos: "Nunca me he planteado las cosas a largo plazo. Pero si me respetan las lesiones quiero aprovecharlo algunos años más". Lo dice con ilusión a sus 35 años, tan distante y tan próximo a aquel chiquillo.
Armando Álvarez (Faro de Vigo)
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