El Celta se dio un festín esta mañana ante el Real Valladolid, para disfrute de los poco más de 7.000 espectadores que acudieron al coliseo vigués para presenciar el partido de Copa. Un partido dominado de principio a fin, con un Celta tremendamente superior a su oponente y con momentos de gran juego por parte de los futbolistas celestes. Oier cumplió como central, regresó Jota al primer equipo y debutó Raúl Navas, central del filial.
Muchas novedades en el once inicial que planteó Paco Herrera, que cumplió lo anunciado ayer. Sergio regresó a la portería, con Hugo Mallo y Bellvís en los laterales, y Oier y Catalá en el centro de la zaga. Oubiña y Natxo Insa en el pivote, con Toni y Joan Tomás en banda, mientras que Bermejo, que partía como enganche, se intercambiaba la posición constantemente con Iago Aspas, que partía como delantero.
Fue esta una de las claves. Iago Aspas y Bermejo volvieron locos a la defensa con su movilidad, y aprovecharon la entrada por banda de Joan Tomás, y sobre todo Bellvís, que mandaba en la izquierda. De hecho, casi todo el juego en la primera parte llegó por esa banda, con un Bellvís viviendo permanentemente cerca de la línea de fondo.
Así llegaría el primer gol, una preciosa combinación iniciada por Iago Aspas en la banda, hizo la pared con Joan Tomás tras regatear a dos adversarios y puso el balón al segundo palo donde apareció Catalá, como los buenos delanteros, para acudir al espacio y anotar el 1-0. Un gol de delantero anotado por un central.
El gol hizo que el Celta se quitase la presión y consiguió en el partido el efecto que podría haber tenido el pasado sábado el gol que falló David Rodríguez. Muy superior al Valladolid, pudo anotar el segundo tras un pase en profundidad de Bermejo que no aprovechó Iago Aspas, muy escorado. Oier Sanjurjo, que para entonces ya estaba sorprendiendo a propios y extraños, remató de cabeza una falta lateral, aunque su cabezazo salió desviado. Iago Aspas, pasada la media hora, pudo haber anotado el segundo tras un inteligente pase de Oubiña, pero su autopase se le fue largo.
El Valladolid, desarbolado, tuvo una ocasión en una contra aislada, pero sobre el terreno de juego solo había un equipo. La jerarquía de Oubiña, el acierto de la zaga, y la fantasía de la delantera ponían la diferencia entre ambos equipos.
La segunda parte comenzó con la entrada de Roberto Lago al campo en sustitución de Bellvís, que acusaba un golpe sufrido en el hombro durante la primera parte. Precisamente sería el del Calvario el que daría un gran pase a Toni para que el coruñés rematase a portería anotando el 2-0. Fue el golpe de gracia para los de Djukic.
El dominio y la superioridad del Celta se acentuó en esta fase del partido, que nos dejó grandes destellos de calidad por parte del equipo, especialmente a nivel individual. Iago Aspas y Bermejo maravillaron por su imaginación. El de Moaña lo intentó en varias ocasiones demostrando su calidad, primero picando el balón ante la salida de Dani, y después intentando sorprender por alto desde lejos. También Bermejo maravilló a Balaídos con una preciosa jugada en la que se fue de varios rivales y su tiro lejano y violento salió cerca del palo.
Superado el ecuador de la segunda mitad, sería otra vez Lago, apareciendo desde atrás, el gran protagonista. Su centro fue aprovechado por Mario Bemejo, que entraba desde atrás completamente solo para batir a Dani y poner el 3-0 que dejaba el partido liquidado. Es el primer gol de Bermejo con la camiseta celeste.
Herrera dio entrada a Jota, una de las grandes promesas de la cantera, en lugar de Joan Tomás, y el canterano no defraudó, con una preciosa jugada en la que se regateó a varios jugadores. Solo le faltó el portero. El púbico estaba entregado, haciendo la ola, tan poco habituados estamos a las alegrías, que este partido resultaba un oasis en el desierto. Tan enfrascados estábamos con la ola que casi nos perdemos el cuarto gol, otra genialidad de Bermejo, cuyo pase en profundidad aprovechó Iago Aspas para conseguir el gol que hacía justicia a su gran partido. 4-0 ante el Real Valladolid.
Herrera dio entrada a Raúl Navas, que debutaba con el primer equipo ante sus ex compañeros. Entró frío y Marquitos le ganó la espalda para anotar el 4-1 que maquillaba el resultado para el conjunto castellano.
No había tiempo para mucho más. El Celta había cumplido con creces el trámite de la Copa, y los aficionados presentes y los ausentes se llevan una gran alegría en Balaídos. Que ya iba tocando. El efecto balsámico de la Copa queda demostrado una vez más. Cansan las derrotas, no los partidos, y esta gran victoria puede suponer un empujón de optimismo para la deprimida afición celeste, así como un gran toque de atención para Herrera y para muchos futbolistas con el status de titulares indiscutibles. Ahora toca esperar para conocer a nuestro rival en dieciseisavos de final. Será de Primera, de los que no están jugando competiciones europeas.
FICHA TÉCNICA
Celta: Sergio, Hugo Mallo, Oier (Raúl Navas, min.81), Catalá, Bellvís (Roberto Lago, min.46), Oubiña, Natxo Insa, Toni, Joan Tomás (Jota, min.73), Iago Aspas y Mario Bermejo.
Valladolid: Dani, Varela, Mongil, Juanito, Marquitos, Baraja, Álvaro Rubio (Javi Navas, min.61), Jofre, Peña, Jorge Alonso (Ochoa, min.69)y Aquino (Manucho, min.46)
Goles: 1-0, min.10: Catalá; 2-0, min.49: Toni; 3-0, min.69: Mario Bermejo; 4-0, min.78: Iago Aspas; 4-1, min.83: Marquitos
Árbitro: Martínez Munuera, del comité valenciano. Amonestó a Joan Tomás, Raúl Navas, Álvaro Rubio
Campo: Balaídos, 7.227 espectadores.
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