Las dos primeras victorias del Celta en Liga han inudando de optimismo e ilusión al celtismo, que sueña con mejorar la pasada temporada, donde el equipo se quedó a las puertas del ascenso tras caer apeado con el Granada en la primera ronda del play-off. El objetivo es, como mínimo, igualar la participación en el play-off y a partir de ahí, soñar. Si puede ser entre los dos primeros, mejor que mejor, pero parece algo realmente complicado.
Dijo Luis César cuando su Poli Ejido estaba en los puestos altos de la tabla en la jornada 8, que la clasificación a esas alturas solo decía mentiras. Que se lo digan a Salamanca y Las Palmas, revelaciones en el primer tercio del pasado campeonato, y que acabaron la Liga en posiciones muy diferentes a las que se aventuraban por entonces. Los charros descendieron a 2ª B y la UD Las Palmas no anduvo muy lejos. Es evidente que el Celta no debería vivir situaciones parecidas, pero tampoco deberíamos engañarnos por haber ganados los dos primeros partidos, por mucho que hayan sido fuera de casa. Debemos alegrarnos, por supuesto, pero también tener los pies en el suelo porque hay muchas cosas que mejorar y que no deberían ocultar las victorias.
Lo que una victoria no debe ocultar son las preocupantes carencias que tiene este equipo en defensa, y no solo me refiero estrictamente a los futbolistas que juegan en defensa. En el gol del Recreativo, Roberto Lago, que no está fino, se las tiene que ver contra dos jugadores del Recre sin mayores ayudas. Pero refiriéndonos estrictamente a los defensas, la cosa también es preocupante. Catalá no vive su mejor momento de forma, pero al menos es contundente despejando, todo lo contrario que Jonathan Vila, al que solo la inmunidad de canterano le salva de terribles críticas por parte de la afición. El de Porriño mete el miedo en el cuerpo cada vez que conecta con el balón. Ayer, un despeje suyo casi le da un susto a Yoel, y el penalty es muy inocente, y tal vez innecesario.
Además, sufrimos muchísimo en las acciones a balón parado, sean córners o faltas laterales, algo que es crítico en una categoría como la Segunda División donde todos los equipos estudian, ensayan e intentan sacar mucho partido de este tipo de acciones. También nos cuesta defender los centros al área, somos poco contundentes y solemos permitir segundas jugadas, con el peligro que supone para nuestra portería.
Son detalles de los que se suele hablar cuando se pierde, y no cuando se gana. Desde el punto de vista del aficionado, es normal que así sea. Toca disfrutar, que no siempre se ganan dos partidos seguidos, pero estoy seguro de que Herrera trabajará concienzudamente esta semana para intentar mejorar en este aspecto. Decía antes de comenzar la Liga, en tono de broma, que casi prefería un penalty en contra que un córner. Yo creo que a estas alturas todos lo preferimos, aunque parezca una exageración. Pero más allá de esto, que no deja de ser una broma, lo cierto es que tenemos un grave problema, y es un problema más cualitativo que cuantitativo. El domingo tenemos enfrente al Elche, un equipo temible en las acciones de estrategia. Será una bonita prueba para medir el potencial de nuestro equipo, aunque no definitiva. Eso sí, mientras corregimos estos detalles, que sigan llegando las victorias.
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