Hay futbolistas que con apenas 22 años aún no han encontrado la horma de su zapato. Tal vez es lo que le sucediera a Aleix Vidal Parreu (Tarragona, 21 de agosto de 1989) hasta que al comienzo del verano estampó su firma por la UD Almería. Pese a su juventud, el jugador catalán ha pasado por Espanyol B, Panthrakikos griego en calidad de cedido, Nástic de Tarragona, Pobla de Mafumet (también a préstamo) y Mallorca B antes de recalar en la entidad unionista.
A priori venía para reforzar al filial de Francisco en Segunda B, pero no tardó en convencer a Lucas Alcaraz en los entrenamientos, llevándoselo el granadino a las dos concentraciones de pretemporada realizadas en el Desert Springs. De esa fase a portar el dorsal '8' tras la marcha de Crusat únicamente medió una patada en la puerta, la que tiene que dar cualquier filial para meritar al primer equipo.
Porque Aleix ha heredado el número '8' a base de descaro, el mismo que demuestra a la hora de desbordar a sus rivales por la banda izquierda: "El número es simplemente eso, un número, y no te ayuda a nada. Yo siempre he dicho que da igual llevar el '8' que el '28', lo que importa es que el jugador se mentalice, entrene bien y en el partido las cosas pueden salir mejor o peor".
Las carreras meteóricas del catalán Crusat han sido sustituidas por el desborde mágico de otro catalán, Aleix, quien matiza sentise más cómod en el costado zurdo: "Me va mejor por la izquierda porque llevo unos cuantos años ahí, pero no miro ninguna posición en concreto, eso lo decide el míster e intentaré ayudarle sea donde sea".
Se acuerda Aleix de Alcaraz porque sabe que de bien nacidos es ser agradecidos y el granadino fue quien decidió apostar por él, que convirtió en realidad lo que hace unos meses sólo era un sueño para él: "A veces te lo imaginas, pero sólo es eso. Le agradezco al entrenador que confíe en mí, espero que todo siga igual y no le falle".
Tan rodadas van las cosas que el pasado domingo en La Condomina lograba estrenar su cuenta anotadora: "Estoy contento por el gol porque te da confianza, pero lo más importante es que el equipo sacó los tres puntos e hizo el juego que la afición estaba esperando. Ya se veía que estábamos bien y lo único que faltaba eran los puntos".
En la jugada del 0-2 en Murcia se palpó también la buena sintonía que tiene con Ulloa, quien le cedió el esférico para empujarlo a la red al ver su desmarque: "Leo es el mejor delantero de la categoría. Se ve en los movimientos que hace, convierte más sencillos los míos. Tiene gol y generosidad, podía haber acabado la jugada y decidió dármela a mí para acabarla".
Con todo, tal vez la mejor sensación que le dejó el triunfo en Murcia fue la cerrada ovación del medio centenar de rojiblancos desplazados: "Es importante y hace que uno se sienta mejor ya que en el vestuario siempre he sido bien acogido. Es bonito que la afición te acoja porque te ayuda en momentos clave".
Ahora espera que ante el Celta siga la racha: "Es un partido de Primera porque son dos clubes que vienen de estar ahí y se verá un buen partido de fútbol, espero que los tres puntos se queden en casa". Brindarle la primera victoria casera a los seguidores es el objetivo ahora de Aleix, en quien el Almería ha encontrado '8' para rato.
Diario de Almería
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