No suelo meterme en la vida privada los futbolistas ya que considero que son lo suficientemente mayores y profesionales como saber qué hacer y qué no hacer en cada momento. Obviamente no es el caso de Joan Tomás, que fue cazado por la policía superando ampliamente la tasa de alcohol en sangre permitida, ya que su "soplido" arrojó un resultado de 0,70.
No me parece normal. Entiendo que los futbolistas tienen derecho a hacer con su vida libre lo que estimen conveniente, pero hay ciertas cosas que están fuera de lugar, como lo que hizo el catalán, que ta n siquiera tuvo el don de la discrección. Conducir ebrio es una irresponsabilidad en el caso de cualquier persona, pero si hablamos de un profesional del fútbol, es doblmente irresponsable, primero porque beber alcohol no es lo ideal para un deportista, y segundo porque coger el coche lo convierte en una temeridad. Por no hablar de lo dañada que puede quedar la imagen del Celta tras este asunto.
Si Paco Herrera necesita pocos motivos para dejarlo en el banquillo, esto se lo ha puesto en bandeja
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