Reconoce que le sorprendió el nombramiento de delegado del Celta. Se había acostumbrado a representar al club en actos públicos, lejos de los focos y del césped donde se convirtió en un ídolo del celtismo. Dos semanas después de comenzar a ejercer su nuevo cargo, Vladimir Gudelj (Trebinje, Herzegovina, 1966) habla de las sensaciones que le produce regresar a los terrenos de juego, sentirse partícipe de nuevo de un deporte que lleva en la sangre.
"Se me sube la adrenalina al imaginarme en el túnel de vestuarios de Balaídos. Es otra sensación porque estoy de nuevo cerca de lo que es puro fútbol y me gusta porque toda la vida me sentiré futbolista. Y siempre que uno está más cerca del equipo se encuentra mucho mejor. Eso sí, tengo que reconocer que necesito cambiar porque he de aprender a vivir los partidos al lado de los futbolistas y a contar hasta diez para no perder la tranquilidad en la toma de decisiones", explica Gudelj en Melgaço, donde el Celta estuvo concentrado seis días.
Su elección como delegado del equipo, asegura, le cogió por sorpresa y admite que se encuentra en una etapa de aprendizaje y de descubrir una labor a la que le daba poca importancia cuando era futbolista. Su función, en principio, estará centrada en la plantilla céltica.
"Como futbolista nunca me di cuenta de la labor que hacía el delegado. Y ahora veo que es un trabajo muy importante porque, a parte de estar con el equipo, tengo que intentar que los jugadores salgan tranquilos al campo, que no tengan ninguna preocupación en cuanto al entorno, los viajes… Para ello cuento con la colaboración de mucha gente del club. Ahora estoy observando en qué se puede mejorar", insiste Vlado Gudelj sobre su nuevo trabajo, que le mantendrá en el banquillo al lado de Paco Herrera, al que le agradece todo el apoyo que le está prestando para ejercer esta labor.
Se encuentra, asegura, en una etapa de aprendizaje. En la Liga, tendrá que responsabilizarse de los desplazamientos del equipo. "Tengo que ponerme al día en cuanto al reglamento del fútbol. Cuando era jugador no me daba cuenta de la labor del árbitro. En el tema del reglamento no trabajaré sólo si no que contaré con la ayuda del entrenador, de Atilano y de otra mucha gente que está dedicada a esto. Es importante que todo este grupo de gente nos apoyemos unos a otros porque al final eso se transmite al terreno de juego", sostiene.
Con Gudelj como delegado, el Celta espera cambiar la relación con el estamento arbitral, de cuya labor no se sintió muy satisfecho la temporada pasada el club, donde ponen como ejemplo el dato de que sólo le pitasen un penalti en todo el año.
A eso, el bosnio responde con su habitual alegría y templanza. "Por lo menos, ya igualé el número de penaltis a favor de la temporada pasada con el que nos pitaron el otro día ante el Sporting de Braga (risas). Objetivo cumplido. Pero creo que no hay que meterse demasiado en esos temas porque cada uno tiene que realizar su trabajo. Creo que a base del respeto se puede arreglar la relación con los árbitros. La presión u otras cosas no sirven para nada porque cada uno es como es y hay que saber separar las cuestiones. Pero vamos a intentar, por todos los medios, llevarnos bien todos. También habrá errores arbitrales, aciertos… Habrá de todo en 42 partidos", lo afirma quien en su carrera deportiva solo fue expulsado en una ocasión: "Fue ante el Sevilla". Y añade el ahora delegado: "Siempre hay que dar una buena imagen, ser un equipo como es el Celta de cara al exterior, un ejemplo para todo el mundo en el comportamiento tanto dentro como fuera del campo".
Fuente: Faro de Vigo
0 comments:
Publicar un comentario