Uno de los grandes deseos de Carlos Mouriño en los últimos tiempos es contratar a Jonathan Pereira. El jugador del Betis no está al alcance de la empobrecida economía del Celta, pero el club vigués busca soluciones para poder satisfacer una de las mayores ilusiones deportivas de su presidente.
La última fórmula que se maneja en Plaza de España para ver a Pereira vestido de celeste parece realizable a corto plazo. Consistiría en vender a Roberto Trashorras, por el que en enero pasado se rechazó una oferta de 3 millones de euros de un equipo ruso. Tanto el Celta como el representante del jugador han admitido últimamente que varios clubes han mostrado interés por él.
Aunque las cantidades que se puedan ofrecer en estos momentos por el centrocampista lucense no sean tan importantes como la que se manejó en el pasado mercado de invierno, el hecho de liberarse de una de las fichas más altas de la plantilla –ronda los 300.000 euros anuales– daría cierto margen al club para ir a por Jonathan Pereira.
Éste se deja querer por el Celta, después de que en Sevilla apuntasen algunos medios de comunicación que Pepe Mel no parece contar demasiado con el atacante que año y medio antes había llegado a la capital andaluza procedente del Villarreal.
En ese momento, e incluso con anterioridad, ya lo quiso fichar el Celta. Es más, el conjunto céltico esperaba dedicar la totalidad de la recaudación por la venta de Michu al Sporting para hacerse con los servicios del delantero de O Calvario. Pero la marcha del centrocampista asturiano a Gijón fracasó y el Betis ofreció mucho dinero –unos 3 millones de euros– por un traspaso que ha dejado de pagar por problemas económicos.
La operación de rescate del delantero vigués resulta complicada porque el club verdiblanco sabe que es uno de sus mayores valores en el mercado futbolístico para hacer caja este verano. Pereira tuvo un papel relevante en la exitosa campaña del Racing de Santander hace dos años, en la que el equipo cántabro obtuvo una plaza para competir en Europa por primera vez en su historia.
Su salida del Benito Villamarín, por lo tanto, no parece cómoda y sencilla. Si para que el futbolista llegue a Vigo es preciso vender a Trashorras, la situación se complica. El mercado de fichajes se resiente de la crisis económica generalizada y de las importantes deudas de los clubes. Como recordaba días pasado Miguel Torrecilla, este tipo de movimientos no se ejecutarán probablemente hasta finales de agosto, rozando el cierre del plazo de compras y traspasos, que oficialmente concluye el 31 de agosto.
Durante las próximas semanas, en el Celta seguirán intentado complacer a su presidente, que ya ha lanzado el reto de que su equipo logre el ascenso directo. Jonathan Pereira podría ser una pieza importante en el nuevo proyecto, pero primero habría que buscarle acomodo a Trashorras, que también sueña con jugar en Primera División.
Fuente: Faro de Vigo
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