Un cuarto de siglo después la portería del Celta volverá a ser gallega. Carlos Pereira fue el último portero nacido en Galicia que tuvo continuidad. Antes la había tenido, de un modo más dilatado, Fermín Hortas. Pero sus casos eran diferentes, ahora, son tres los porteros gallegos que se preparan para defender el arco celeste desde el 21 de agosto. Yoel parte con ventaja por aquello de la continuidad, Sergio ha visto cumplido su sueño de acceder al primer equipo y Manu Táboas quiere aprender lo más rápido posible. Los tres son productos de A Madroa, una fábrica de porteros que ha cambiado la exportación por el autoabastecimiento.
«Antes los porteros que salían de aquí tenían que irse a otros equipos, pero ahora hay una apuesta clara. Están confiando en nosotros y aquí estamos», comenta Yoel Rodríguez (Vigo, 1988), que a sus 23 años vivirá su tercera temporada en el primer equipo. Sergio Álvarez (Catoira, 1986), que vivió en sus carnes un año de exilio en Ferrol, completa la frase: «Creo que cuando apuestan por nosotros es porque estamos preparados para jugar». Los frutos al trabajo bien hecho según la doctrina de Manu Táboas (Vigo, 1991).
El trío no es una rara avis. Antes emergieron los Dani Giménez, Roberto Fernández o José Juan entre otros. Todos tuvieron que emigrar antes de consolidarse. ¿Cuál es el secreto para semejante productividad? «Que te ayuden a mejorar», comenta Sergio, los tres hablan del trabajo metódico que se ejerce con todos los porteros desde la más tierna infancia balompédica, y también que el equipo esté en Segunda, realista argumentación esgrimida por Yoel. Todos descartan que vayan a tener un plus de responsabilidad por ser de casa.
Peculiaridades
Los tres han crecido bajo las directrices de A Madroa pero cada uno tiene sus peculiaridades. De Sergio Álvarez destacan sus compañeros por encima de todo, la agilidad y la reacción. «Catoira [como le llaman] es ágil y rápido», apuntan Yoel y Manu. Del rubio sobresale enseguida su tranquilidad. «Yoel tiene mucha tranquilidad y sabe estar en la portería», dice presto Manu, a quien sus compañeros, como hermanos mayores, ven en fase de crecimiento, cuestión que el querubín asume: «Ellos fueron subiendo peldaño a peldaño y yo espero seguir su camino. Trabajo para llegar al primer equipo algún día».
A menos de un mes para el inicio liguero, ninguno se siente titular. Yoel considera que el pasado en el fútbol no vale y Sergio no renuncia a su sueño de alcanzar la portería celeste de un modo efectivo. «Aquí la responsabilidad es para todos. A día de hoy nadie es titular ni suplente, estamos los tres y el que mejor esté será al que el entrenador le dará confianza. Aquí nadie tiene seguro su puesto», indica el que formara tándem con Falcón el curso pasado. «Llevaba tiempo esperando esta oportunidad, me ha llegado y estoy feliz y contento, pero peleando para intentar jugar», apunta el más veterano pese a tener solo 24 años.
Vieja rivalidad
Sergio y Yoel reeditan en el primer equipo la rivalidad que ya vivieron en el filial. Noble al 100%. «Llevamos años compitiendo pero eso no tiene nada que ver. Mantenemos una buena relación, sin ningún tipo de problemas», apunta el de Catoira. «Llevo muchos años con Sergio en la portería y para mí se un placer trabajar con él. Día a día intenta mejorar y eso nos ayuda a mejorar a todos», sentencia Yoel.
Los tres destacan el gran número de canteranos que tiene el primer equipo, que el bloque está hecho del curso pasado y que los refuerzos han llegado para sumar. Motivos para ilusionarse. Ellos se encargarán de echar cerrojo.
Fuente: La Voz de Galicia
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