Un club debe ser, ante todo, equilibrado. Y eso es lo más complicado. Es casi imposible mantener el equilibro entre gasto e ingreso, riesgo y contención, realismo e ilusión. Lo primero parece estar bastante controlado en casa Celta, pero a partir de ahí, hay un mar de dudas.
Que el club necesita dinero lo sabemos. Que será inevitable vender es incuestionable, pero donde poner el límite a la contención, y cuanto riesgo conlleva hacerlo. En las últimas horas se habla con fuerza del traspaso de Lago, que parece ser cuestión de horas, por una cantidad, haciendo una media de todo lo que se ha dicho, ligeramente inferior al millón de euros. Es bueno para el Celta ese millón de euros, pero le hará perder la posibilidad de ser un candidato real en la lucha por el ascenso.
¿Y acaso ascender no reportaría más beneficios que la venta desesperada de Lago?. El ascenso, de momento, reportaría 17 millones en concepto de ingresos por derechos de Tv. Los gastos aumentarían, pero proporcionalmente saldríamos ganando. El problema es que no vender a Roberto Lago o cualquier otro jugador, cerrarse en banda y mantener la plantilla, no garantiza el ascenso, pero vender, garantiza no conseguirlo.
Es complicado pensar que el Celta no perderá potencial. Tendrá que buscar un sustituto a coste cero, arriesgándose enormemente porque nunca sabes como saldrá tal o cual jugador, y encima, con el presupuesto actual, habrá que ajustarse mucho a la hora de ofrecerle un suelo. ¿Qué es más arriesgado?. Otro tema delicado sería mantener el equilibro con la afición, entre el realismo de lo que se está haciendo y la necesaria ilusión que se debe generar en torno al equipo. A más ilusión, más dinero. ¿Cuánto dinero puede perder el club en materia de abonados por traspasar a jugadores? ¿Se abonarán al Celta los mismos aficionados con Aspas o Lago, que sin ellos? El equilibrio es imposible.

0 comments:
Publicar un comentario