Foto: Riazor.org |
Lendoiro emprende una nueva batalla para evitar lo que los terrenos de juego han decidido; Que su equipo es de Segunda División, después de años viviendo en el alero. Y lo hace de un modo peculiar que consiste en criticar a los equipos que deben dinero. Ni más ni menos.
Es realmente curioso como Lendoiro se quiere convertir en el Quijote del fútbol español, peleando contra molinos de viento que imagina como gigantes. A este Quijote moderno, al revés que al de Cervantes, no le han vuelto locos los libros de aventuras sino los de derecho. Y en su locura no ha dudado en poner al Celta como ejemplo de equipo falso y sucio: "El Celta se libró del 80% de la deuda gracias a la ley concursal. Y eso es lo que nosotros no queremos, porque queremos pagar".
En realidad fue el 75%, pero al margen de este asunto, la voluntad de pagar del Deportivo quedó clara cuando el año pasado el Mallorca le embargó las taquillas en las últimas jornadas de Liga como último recurso para intentar cobrar una deuda del Deportivo, e incluso el abogado que había contratado para ese litigio con el club balear denunció al Deportivo por impago. Lendoiro quiere pagar y por eso la indemnización del Zaragoza en el Caso Lafita ha ido a parar íntegramente a las arcas de Hacienda.
Lendoiro quiere pagar y por eso Sergio, ex- futbolista del Deportivo, ha vuelto a denunciar las cantidades que le adeuda el club coruñés. Serían interminables los casos y tampoco vamos a aburrir con este tema. Es curiosa la vara de medir de Lendoiro, pero más curioso es que más de uno parece comulgar con sus ruedas de molina.
La clave de esta cuestión es que Lendoiro tiene razón en lo que dice. El Betis, al que también citó, no pagó a Molina y ascendió, mientras que el Elche no lo cobró y tampoco lo disfrutó y, curiosamente, tampoco ascendió. Estoy completamente de acuerdo en todo lo que dice, pero no es el más indicado para hablar. Es como si Al Capone solicitase al gobierno de Estados Unidos que promulgase una ley que castigase duramente los delitos de la mafia con el fin de evitarlos.
Básicamente lo que quiere Lendoiro es que el Real Zaragoza descienda a Segunda y no se ampare en la Ley Concursal para que no le afecten las posibles denuncias por impago. Es normal que a Lendoiro le moleste esto, pero tanto teatrillo sobra. Yo le recomendaría que se dedicase a ver como paga lo que debe. A ver si ahora va a ser la culpa de los demás que haya estirado más el brazo que la manga.
Lendoiro está empeñado en que se paralice la Liga para no permitir la artimaña legal del Zaragoza, o incluso conseguir el descenso del club maño, lo que auparía nuevamente a los coruñeses en Primera División. A ver si lo consigue, pero le recomiendo que gaste sus energías en reforzar al equipo de cara a la próxima temporada, que será dura. De momento la afición está ganando la primera batalla con una extraordinaria respuesta a la campaña de abonados.
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