Para muchos es el mejor jugador que ha vestido la camiseta del Celta en sus 88 años de historia. Alexánder Mostovoi recibía la llamada de La Voz desde Moscú y se sorprendía cuando se enteraba que de ya habían pasado desde aquella final: «¿Diez años ya? No puede ser».
El de San Petersburgo nunca fue de verbo fluido, pero siempre se ha caracterizado por decir lo que pensaba. No ha cambiado. «Recuerdo de aquel día que todo era muy bonito, el ambiente en el estadio era impresionante, y al final todo se fue a la mierda con el equipazo que teníamos», señala.
Mostovoi tiene claro que aquella final «se perdió ya antes de jugarla». Recuerda que «éramos demasiado favoritos y parecía que íbamos a marcar tres goles sin esfuerzo. Nadie pensaba que íbamos a perder. Hasta la directiva lo tenía muy claro». El ruso cree que Horacio Gómez y su equipo no supieron gestionar adecuadamente el club para que siguiese siendo grande y señala que se equivocaron en esa final: «Hacer un gran equipo es difícil, pero mantenerlo arriba es mucho más difícil. Estábamos hablando de las primas justo antes del partido, y así no se pueden hacer las cosas».
El ex céltico reconoce que la derrota de la final del 2001 «es una espina que aún llevo clavada, aún lo llevo dentro». Mostovoi sigue reclamando que después de nueve temporadas en el Celta el club no le pagó una gran parte del dinero que le debía. Opina que tiempos como aquellas será difícil volver a vivirlos.
Fuente: La Voz de Galicia
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