Lesma López aniquila al Celta


No ha podido ser. El Celta ha sido incapaz de eliminar al Granada, que contó con la ayuda extra de Lesma López, un árbitro que confirmó los temores que nos daba en la previa. No nos han dejado ascender. Hoy ha sido un auténtico escándalo. Dos penaltis en contra, uno totalmente inexistente, uno claro sobre Álex López que no señala, le perdona la expulsión a Carlos Calvo pero no tiene clemencia con Roberto Lago. Con todo y eso, el todopoderoso Granada, ese equipo al que, escuchando a su afición podría pensarse que es el Manchester United, tuvo que llegar a penaltis para eliminarnos.

Gran parte de la culpa en la eliminación, además de Lesma López, la tuvo Herrera con sus indecisiones. Arrancó el partido con cinco defensas, sorprendiendo al darle la titularidad a Catalá, y luego lo tuvo que enmendar y perder cambios para arreglar el desaguisado. Arriba jugó con el Tridente B, con Abalo, Michu y Iago Aspas, permitiéndose el lujo de dejar en el banquillo a Trashorras, De Lucas y David.

Desde el principio se vio que al Granada esto le iba bien. Los de Fabri jugaban "a la inglesa", mucha velocidad y balones colgados al área para ver que pasaba. A la mínima tiraban. El Celta, por su parte, no tenía el balón, cuando lo recuperaba lo perdía con una facilidad tremenda y el Granada volvía a poner la maquinaría ofensiva para batir a Yoel.

Pudo haberlo hecho Orellana, con un tiro al larguero, y también algún centro de Benítez llevaba peligro. Era imposible aguantar el 0-0 todo el partido, y parecía que el Celta no tenía respuesta arriba. Mediada la primera parte, un centro lateral de Benítez encontró la cabeza de Orellana que ponía el 1-0 en el marcador y la igualdad en la eliminatoria.

Ese gol cambió el partido. Fabri mostró que es un entrenador "cagón" y el Granada dejó de atacar, más pendiente de cubrirse las espaldas para evitar un posible gol celtiña. El Celta tenía más el balón y pudo haber llegado el gol con un gran disparo de Abalo que detuvo Roberto.

Al filo del descanso, Lesma López comenzó su recital. Señala una falta totalmente inexistente a Iago Aspas y en la continuación de esta jugada marca Dani Abalo. No se puede decir que sea gol anulado, pero si deja seguir la jugada los acontecimientos hubiesen sido los mismos. Primera en la frente del trencilla madrileño.

Tras el descanso, Herrera se dio cuenta de que los cinco defensas no eran la solución. Retiró a Herrera, par mí el mejor central de los tres en la noche de hoy, y dio entrada a Álex López. El Celta recuperaba el sistema tradicional, y se notaba cierta mejoría, pero mucho más cuando dio entrada a De Lucas y Trashorras en lugar de López Garai y Abalo.

El equipo ahora tenía más sentido, pero se había perdido mucho tiempo y Lesma López lo estaba dando todo para ayudar al Granada. El madrileño comenzaba a perpetrar uno de los mayores escándalos arbitrales que recuerdo. Un clarísimo penalty sobre Álex López no lo vio, pero cinco minutos después, tuvo una vista de lince para ver el de Catalá a Ighalo. Ambos eran penalti, pero solo vio uno.

Dani Benítez envió el balón al palo y todo seguía igual. El Celta mejoró tras este golpe y con alguna combinación pudo llegar el gol, un gol que dejaría noqueado a Roberto. El partido se convirtió en un ir y venir que podía ser muy peligroso. El larguero repelió en ambas porterías disparos y al final se llegó al término del partido con el empate que llevaba a la prórroga.

Ahí volvió a aparecer Lesma López para señalar un penalty absolutamente inexistente por manos de Roberto Lago. Dani Benítez volvió a fallar, deteniendole el penalty en esta ocasión Yoel. En su desesperación entró con los dos pies por delante impactando en la cara de Yoel, pero a Lesma López solo le pareció amarilla.

Unos minutos después, Roberto Lago, que había visto la amarilla por el penalty, fue expulsado al cometer una nueva falta, merecedora de amarilla. Lesma López no tuvo con el del Calvario la misma consideración que con Carlos Calvo, que se llevó el balón con la mano de forma voluntaria y no vio amarilla. Tenía otra y supondría su expulsión. A unos sí y a otros no.

Con uno menos, el Celta debería haber sufrido, pero lo cierto es que fue quién más ocasiones tuvo ante un Granada con escasos argumentos futbolísticos. Trashorra la envió al palo desde 40 metros y Michu tuvo en su cabeza el empate con el tiempo ya cumplido. No pudo ser y hubo que recurrir a los penaltis para determinar el ganador.

El Celta, que ha tenido un penalty a favor en toda la temporada, no está precisamente entrenado para estas situaciones, pero lo cierto es que mantuvo bastante bien el tipo. Y casi lo tuvo cuando Michu tenía que lanzar el quinto penalti. Si marcaba, el Celta estaba en la final. El asturiano falló en el peor momento y como Roberto marcó el siguiente penalti, Catalá se enfrentaba a un match ball. Si fallaba, seguíamos en Segunda. Y falló.

Poco más hay que decir. Felicitariamos al Granada, pero sinceramente no creo que se lo merezcan. Solo esperar que en la siguiente ronda, donde no podrán elegir rival, tengan el mismo arbitraje que han tenido hoy. Si es así, maloserá.

Los árbitros se han burlado del Celta todo el año y hoy Lesma López lo ha rematado. Lo tuvimos en la mano y hay errores que son propios, pero estaba claro que no nos iban a dejar sufrir.

Hoy nos vamos todos a la cama fastidiados, pero tenemos la enorme suerte de ser del Celta. Y eso, solo nos pasa a los celtistas. Felicitaros por ello. ¡Hala Celta!

Moi Celeste

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