El maldito partido del siglo


Según parece, esta noche se para el mundo. Ya se ha parado dos veces en la última semana y media y, que yo sepa, no ha habido que lamentar víctimas. Y es que no se habla de otra cosa. La crisis ha pasado a un segundo plano y según parece, la guerra de Libia es historia. Hasta el 25 aniversario de la tragedia de Chernobyl ha pasado de largo, casi relegada a los breves que colocan los periódicos para rellenar el hueco que les sobra de la publicidad y las noticias de sociedad, donde hasta Kate Middleton pasa desapercibida en una semana marcada por ese cataclismo que es un partido entre Madrid y Barcelona.

Ahora que el fútbol imita a la política en este país, y que el bipartidismo es la solución a todo, uno empieza a cansarse de tanto barsa- madrid, madrid-barsa. Un bonito espectáculo futbolístico sin duda, pero lastrado por toda la basura mediática que lo rodea, antes y después. Lo mejor seguramente sean los 90 minutos que dure el choque, y lo accesorio, lo inservible y prescindible es la carroña que lo rodea.. un mes antes y un mes después.

Podríamos hacer un pequeño cálculo del enorme daño que esto está haciendo al resto del fútbol español y lo mucho que está afectando al reblandecido cerebro de los españolitos de a pie, para los que casi no existe nada más que eso. ¿Es normal lo que estamos viviendo en el último mes? ¿Acaso no hay más fútbol que el "clásico"?

Lo realmente triste es que Vigo se está convirtiendo, a escala, en un pequeño Santiago Bernabéu, en un pequeño Camp Nou, donde cada quién tira para uno o para otro. Eso es lo que quieren, y lo están logrando. En mayor o menor medida, todo el mundo está cayendo en la trampa. Ya no hay niños del Celta, salvo aquellos educados para serlo, y por supuesto, no hay niños del Atlético, del Athletic, de la Real Sociedad, del Sevilla, del Villarreal... se han extinguido.

Hoy todos los niños en Vigo son del Madrid o del Barcelona, que para eso es lo que ven en la tele a todas horas. Lo único que hay. El periodismo les está dando la oportunidad de elegir, que no es poco, entre Madrid y Barça. Y que cada uno tire por el lado que le convenga.

Tampoco ayuda nuestra televisión autonómica, que se ha gastado una cantidad ingente de dinero (nuestro) para poder dar partidos del Barcelona y del Madrid, y claro, para poder amortizar esa cantidad y que no de pérdidas lamentables, se tienen que inventar programas especiales a cualquier hora para seguir amargándonos con el maldito clásico. La Televisión de todos los gallegos, como dicen, se está convirtiendo en lo mismo que repugnamos de la Televisión de todos los españoles. ¿Dónde está la defensa de nuestros clubes? ¿Dónde está el sentido de servicio público con el que nació? Aún recuerdo aquellos resúmenes de 45 minutos de los partidos de Celta, Depor y Compostela. Eran otros tiempos, sin duda.

El fútbol español se está convirtiendo en rancio, pero es algo normal cuando hay dos equipos cuyo presupuesto es 10 veces mayor que el del resto de sus competidores sumando el presupuesto de cada equipo. Es una vergüenza, pero es lo que hay, y mucho peor si desde los medios de comunicación alientan este posicionamiento con programas deportivos de peor calidad en los que solo prima la audiencia.

Así no es de extrañar que cada vez haya más celtista- madridista o celtista-barcelonista, que cada vez más se van convirtiendo en madridista-celtista o barcelonista-celtista, alcanzando el prefijo cada vez mayor importancia hasta llegar a prescindir del sufijo.

Una pena. Tenemos lo que queremos, y cada vez tenemos menos. ¿Será que cada vez queremos menos?

0 comments:

Publicar un comentario