Para Iago Aspas, el otro expulsado en Sevilla, lo vivido ante el Betis es la continuación de lo que viene padeciendo el Celta a lo largo de toda la temporada: «Lo de Sevilla es una cosa más para seguir sumando de lo que llevamos toda la temporada, y poco a poco el saco se va llenando. El árbitro no nos dejó traer los tres puntos», admitiendo que por momentos hay motivos para desconfiar: «A veces piensas que no quieren que el Celta ascienda o que no tenemos el poder de otros, pero viendo a la mayoría de nuestro rivales pienso que el Celta es un grande entre ellos».
Con respecto a sus dos amarillas, en la primera el árbitro dice que fue por realizarle una observación de orden técnico. Iago apunta que la cosa fue más directa: «La primera fue en la expulsión de Roberto Lago que salí del banquillo y dije: ?otra vez más?, y fue el cuarto árbitro el que avisó al colegiado. Con el cuarto árbitro no se podía ni hablar». De la segunda, ya en el campo, el colegiado le acusa de cortar el balón con la mano, pero el moañés especifica que «La segunda pierdo el balón de vista para protegerme porque pensé que lo podía cortar, y desgraciadamente me da en la mano, se ve que no tengo intención», indicó en Radio Voz.
Admite que se equivocó a renglón seguido, en donde el acta recoge que le llamó al colegiado Gil Manzano cara dura y sinvergüenza. «En el momento estaba en caliente pero a veces hay que saber dar marcha atrás, pedir disculpas y esperar que la sanción sea lo más mínimo», sentenció.
0 comments:
Publicar un comentario