La rivalidad entre Betis y Celta ha ido "in crescendo" en los últimos años hasta el punto de que un partido entre estos equipos se convierte prácticamente en un derby. A día de hoy, el equipo sevillano posiblemente ocupe el número 2 en cuanto a los grandes rivales del Celta, por detrás, como debe de ser, del Deportivo de la Coruña. En el caso de los blanquiazules se entiende por esa relación de cercanía que nos une y nos unirá siempre, pero sorprende que el número 2 sea un equipo cuya sede está a 900 kilómetros de la nuestra. Pero así es.
La Copa del 97
Todo comenzó con aquella jugada de Bjeliça en la semifinal copera del 97 en la que no devolvió un balón al Celta estando un jugador en el suelo y anotó el 1-0 con el que quedó ese partido de ida. "Eso es propio de gitanos" dijo Francisco Hernández, por entonces Vicepresidente celtiña, mientras que Fernando Castro SAntos declaraba que:"Hay que echarle mucha cara para hacer eso" La vuelta sería un infierno con enfrentamientos entre Castro Santos y Serra Ferrer, entrenador bético por entonces.
Dani y las expulsiones en Sevilla
A partir de ahí ya nada sería igual. La relación entre ambos equipos se iría enturbiando de tal manera que daba la sensación de que sólo podía ir a peor.
Uno de los partidos más polémicos entre ambas escuadras sucedió en la temporada 2001-02, cuando Pérez Burrull había expulsado a Karpin y Mostovoi. Fue el partido en que se dio a conocer el delantero Dani Martín por sus engaños al fingir faltas y agresiones. En una de ellas Fernando Cáceres había visto una tarjeta amarilla que posteriormente le retiró el Comité de Competición al ver claramente que Dani había fingido.
Edu y el descenso
Con el Celta descendido a Segunda División, muchos equipos se lanzaron como buitres a por los jugadores aprovechables de aquel equipo. Muchos fueron los que se llevaron por cuatro perras a nuestros mejores futbolistas, pero nada sentó tan mal como que Edu se fuese al Betis. Al brasileño se le acusó de traidor, casi como si se hubiese ido al Deportivo.
Quiso el destino que tras el regreso del Celta a Primera y tras una gran temporada en la que se consiguió el pase a la UEFA, el descenso se reencontró con el Celta. Y fue Edu el ejecutor, anotando dos tantos en un último partido en Santander que enviaba al Celta a Segunda y que dejaba la sospecha, bastante fundada, de la compra de aquel partido ante un Racing que formó con muchos juveniles, llegando a interrumpirse el choque para hacer un homenaje a Pablo Alfaro.
Jonathan Pereira
El penúltimo episodio de la polémica lo ha protagonizado un jugador que por sus orígenes ha hecho más doloroso y agrio el confrontamiento. Jonathan Pereira era suplente en el Villarreal y buscaba una salida para jugar. Durante dias se debatió entre el celeste del Celta y el verde del Betis. Finalmente optó por el verde, del dinero. Pero ahí no quedó la cosa, sino que a su llegada a Sevilla lo primero que hizo fue menospreciar y ningunear al Celta, algo que ha repitió en la semana previa al choque de la última temporada con una entrevista en la que se jactaba de ser listo por no fichar por el Celta, hablando de la diferencia deportiva entre ambos equipos. El caso es que, un año después, Betis y Celta siguen en la misma categoría.
La prensa de Sevilla calienta el partido
Si la rivalidad entre ambos equipos estaba a flor de piel, desde Sevilla no han hecho sino alentar el odio entre las aficiones destacando supuestas declaraciones de jugadores celtiñas que no eran tales. Por ejemplo cuando De Lucas presuntamente hablaba de favores arbitrales hacia el Betis, cuando en realidad no decía nada de eso. Desde los foros del Betis se ha fomentado un inexplicable odio hacia todo lo que suene a Celta que sólo se explica por la lucha que ambos equipos mantienen por el ascenso, aunque resulta lógico si vemos crónicas como esta, en la que un periodista sevillano incluye el nombre del Celta en el título de la crónica del Betis- Salamanca.
P.D: ¿Cuáles son los equipos que peor os caen y por qué?
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